Venerable Mártir Eudoxia.
14 mar.(1 mar. según el
calendario religioso)
Santa Eudoxia nació en Samaría. Vivía en Heliopolis en
Fenicia (al oriente de las montañas de Líbano y al norte de Palestina), durante
el reinado del emperador romano Trajano (años 89-117). En su juventud era muy
hermosa y esbelta. Llevaba una vida pecaminosa, vendiendo su cuerpo. Los ricos
pretendientes y admiradores venían de diferentes países para ver a Eudoxia. Así
con el tiempo ella se hizo muy rica y respetada por el poder local.
El Diso todopoderoso, queriendo salvar el alma de Eudoxia de
la perdición eterna, hizo que un anciano monje, llamado Germán, visite el lugar
donde vivía Eudoxia. Germán tenía la costumbre de leer en voz alta las Santas
Escrituras. Casualmente Eudoxia escuchó cuando él leía las profecías sobre la
segunda venida del Cristo y sobre el Juicio Final.
Lo que escuchó Eudoxia le causó una impresión muy grande y la
perturbó, porque ella comprendió que justamente ella-pecadora,
le esperaba la penitencia que había elegido, y que se anuncia en la Biblia. Eudoxia conoció al
monje Germán y se informó sobre la fe
cristiana, la piedad, y de la verdadera vida. Las palabras del monje santo no cayeron
sobre piedras. Ella empezó a creer en
Cristo con todo su corazón, se dedicó, se
bautizó, donando todas las riquezas a los pobres tomando el hábito de
monja en el monasterio.
Durante muchos años vivió en este monasterio y dedicó todos
sus esfuerzos espirituales al ayuno, oraciones y a limpiar su alma. Con los años ella alcanzó la madurez
espiritual y fue elegida superiora del monasterio. Al asumir el cargo de
superiora, Eudoxia empleó todos sus esfuerzos para hacer el bien en las buenas
obras. Ella daba ropa y alimento a los peregrinos, quienes visitaban el
monasterio. Con sus oraciones piadosa e intercesión curaba a los enfermos.
Así, durante 56 años Eudoxia se dedicaba a las buenas obras
y a lo espiritual. En el año 152,
durante el reinado del emperador Antonino, ella terminó su justa vida como
mártir. Por divulgar la fe cristiana calumniaron a Eudoxia de practicar
brujería y superchería. Sin ser juzgada la llevaron al lugar de ejecución y ahí
la decapitaron.
Santa Eudoxia, por sus esfuerzos monásticos, por sus buenas
obras y por su muerte como mártir se hizo merecedora de la triple corona en el
Reino Celestial. Amíñ
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