domingo, 15 de febrero de 2015

“Hagan lo que Él les diga”. bendición del agiasma

“Hagan lo que Él les diga”
Fr + Estephanos



Haga lo que les ordena, es el pedido solícito de una madre, la doncella  María,  escúchenlo y háganlo (V. 6).  Cada tinaja contiene 100 litros de agua,  y lo servidores lo llenan hasta el borde.
La enseñanza  es que  lo ordinario se convierte en extraordinario.
De aquí podemos extraer tres claves:
1) El acontecimiento, el suceso, se  inicia con  una orden del Señor, su orden es explicita, sin lugar a medias tintas, es consistente,  parece trivial,  hasta común,  sin embargo, El Señor haría lo extraordinario. No necesitamos esa agua, el vino no es su problema, se lidia con esa agua,  esto es   la base de lo que va a hacer  el Señor, da la orden para ser obedecido, eso es lo importante.  Cada orden es seguida por un acto de obediencia, Dios se encarga de las consecuencias y aquí expresamos la confianza en el Padre 
2) Seguir en totalidad la orden, hasta al borde dice el relato, no obedecieron parcialmente, eso no se sería ser  integro,  hasta  tope, al ras, significa que  hay respeto a la autoridad, se llena hasta el borde, que significa   seguir totalmente al Señor.  En San Juan capitulo dos, agua –vino,  el Señor nos pide que no intentemos  hacer hacer las cosas sin Él.  La realidad nos muestra  lo que somos, ignorancia y debilidad, y el Señor  nos  usa, como servidores



3) Confianza: en Él. Eso es fundamental, amar es esencial, obediencia y dependencia en Él. Confiar,  sus sirvientes no son responsables, aquí  no hay  trampa,  su labor es lidiar con esa agua. El vino es la responsabilidad del que invita, pero  Si confías, Él lo hará extraordinario, sólo llevaba agua, le obedeces, y es en esa  rectitud,  que se produce el milagro, se convierte en vino  (V. 11) Caná de Galilea, reveló su gloria,  tengan vida al revelar su Nombre,  no es otro hombre es Él hombre,  por intermedio del cual se haría la salvación del género humano, hay que depositar nuestra confianza,  pusieron su fe en Él, no en la habilidad de hacer vino.

 Nuestra fe no es condicionada,  confiamos al revelarnos el Señor en su palabra que precede a la letra que lo ordinario, en  la vida puede ser extraordinaria. Ponemos la fe que podemos   regresar conscientes al ver el  agua, el agiasma bendecida:   "Señor Jesús, confío en ti, aquí está el agua, lo haré completamente y la verteré en el banquete."


El agua nos recuerda la importancia del bautismo, y pedimos siempre por nuestros difuntos, Nuestros predecesores que descansen en al paz del  Señor

Pedimos a nuestro santo mega mártir san Jorge que interceda ante el trono de Dios de Justicia para que escuche nuestras plegarias 

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