lunes, 16 de febrero de 2015

La dedicación del pueblo a la Iglesia

La dedicación del pueblo a la Iglesia


Inte
Interior de la Parroquia Católica Ortodoxa del Rito Bizantino "El Buen Pastor", presidida por Su Excelencia Archimandrita FELIPE, obispo electo para todo el Estado de Minas Gerais.


En el centro SB Athanasios 1° Aloysios, Patriarca de nuestra Santa Iglesia.
Rodeándolo de izquierda a derecha: S.E.R. Mar Jacob, S.E.R. Vladyka Teofano, S.E.R. Vladyka Fabiano, S.E.R. Vladyka Francisco y S.E.R. Mar Nagui.

 En nuestros días, cada templo que la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava construye, se dedica por medio de una oración que da un Obispo del sínodo.  El Eparca  prepara  la primera oración consagratoria de nuestra amada catedral de Brasil.  Se la lee en la dedicación  de las iglesias.  La oración se encuentra registrada en los archivos  de la historia de nuestra Iglesia. Desde ese momento, los Patriarcas en la dedicación de las piedras fundamentales, siguen  el modelo de  la Alianza. La bendición proviene ya del  tiempos antiguos.  La dedicación del templo que se edificó bajo la dirección de Salomón se encuentra en 1 de Reyes capítulo  8, 22-54,  Podemos notar las   declaraciones que nos enseñan la importancia de la iglesia, la consagración , el servicio  y la dedicación. Con nuestro hermanos en la fe en el compartir la Liturgia, en la misión, se da a conocer la Iglesia para el pueblo, para la gente, que quiere escuchar y captar, con la riqueza de la cultura propia de cada pueblo, que construye y que se dona  y al mismo tiempo que forma la identidad del ortodoxo. Es el reconocer la singularidad y lo trascendente de la persona  como religioso. 
Salomón rogó que el templo fuera una bendición para la gente en ciertas formas específicas. Hoy muchas de ellas  llegan y se aplican  a nuestros templos en la actualidad. Emidigidiusz Rizi,  haciendo eco de las palabras de san Pablo pide que “no dejemos de orar”, en la Iglesia recibimos los santos Dones, el espíritu Consolador  para bendecid a nosotros y a nuestra familias, transmitiendo el saludo de la paz, lo mismo recordamos a nuestro predecesores, en la mejor: la  vida la eterna,   bendiciendo  a aquellos que hayan fallecido y presentando a los infantes en el templo. 

El Obispo enseña que al dedicar  una Iglesia  al Señor, lo que en verdad estamos haciendo,  es presentarnos ante su Altar  y ante la comunidad, reafirmando   el ministerio que se nos ha confiado, comenzando el camino al servicio del Señor, como siervos, en una alianza que utilizaremos en su casa, en la forma que Él sólo desea, en  la mirada de Dios que está sobre nosotros, reflejándose en el sínodo,  la comprensión, el diálogo y encuentro. El respeto surge desde la aceptación del otro, respetando a las autoridades civiles y eclesiásticas y desde la escucha en el diálogo fecundo, que parte de la fe, eso es comunión.  Es el nuevo cielo que se manifiesta en Perú y que los hermanos gustosos dan a conocer. 

          El mismo cielo que compartimos.



Que el Dios Todopoderoso, en manos de la Doncella María  Hodigitria (la que indica el camino) con San Andrés apóstol "Protocletos",  el primero, que conduce a los demás  a Cristo


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