15 de marzo III Domingo de Cuaresma.
DOMINGO DE LA SANTÍSIMA CRUZ
Santo Mártir Agapio y sus
siete compañeros.
Santo Evangelio según San
Juan 20:1-10
Carta de San Pablo a los
Hebreos 4:14-5:6
Santo Evangelio según San
Marcos 8:34-9:1
"Llamando
a la gente a la vez que a sus discípulos, les dijo: «Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera
salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el
Evangelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si
arruina su vida? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida? Porque
quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y
pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la
gloria de su Padre con los santos ángeles.» Les decía también: «Yo os aseguro
que entre los aquí presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que
vean venir con poder el Reino de Dios.»
En
el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amíñ.
Inclinando nuestro rostro ante Dios les damos las gracias por estar presente en su
casa. El Evangelio que llega a nuestro oído, es una buena noticia, pero también
es buena noticia la santidad, dar ese amor a la gente que lo necesita, se hace presente en cierto sentido en el
acontecimiento que se lee. San Marcos evangelio primigenio, nos instruye que la fe que es una fe tranquila, que se enfrenta con
contradicciones y supone no pocos riesgos.
la
liturgia se condensa en la palabra, el
Evangelio hoy nos invita a ejercer la ternura y ser iconos, reflejando la luz, Evangelio que es dynamis, poder en acto, que damos a conocer, como
ministros desde el ministerio y desde el bautismo. El mensaje es aceptar la
cruz no como obligación, pero si con el amor y las consecuencias que se
desprender al tomar ese madero en identificarse con el Reino de Dios, con la Iglesia,
valor al pregonar el nombre de Jesús y
segundo en una espera que no sea en vano porque Jesús ya está en los pobres. La
nueva comprensión que nos vislumbra Jesús, con la Cruz es que este suplicio en
una comprensión del Reino, es la nueva corona de justicia en la verdadera
libertad, aspirando la gracia a un nuevo mundo, al dar el sí obtengo la
verdadera libertad. Es la opción y el fruto que Dios desea, las persecuciones y
dolores producen alegría cuando se resiste para Dios. Todo está dispuesto para que demos la alabanza
a Dios en la abundancia y en la escasez.
Stephanos
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