viernes, 30 de octubre de 2015

Estudio nº 2: El Espiritu Santo, obra en La Liturgia, obra de la Santísima Trinidad.


Estudio nº 2: De  como el Espíritu Santo desde la creación en  La Divina Liturgia,  corrobora la asamblea, las buenas obras y la conversión del corazón.
                                                                                                                                                                 Stephanos

El abrir los oídos,  poseer una mentalidad del Reino, refiere a realizar una lectura de los profetas y a Jesucristo, en La Liturgia si nos dejamos llevar no dejaremos que los malos pensamientos afloren como  la insensatez, o  lo que contamina, recordemos a los fariseos, ellos cumplían pero se olvidaron de lo esencial, su prioridad en la adoración al Dios único y verdadero era el cumplimiento veraz de sus tradiciones,  con un corazón de concupiscencias donde el amor y la misericordia eran llevadas por el viento sin medir sus consecuencias. El apóstol san Pedro nos anima con sus palabras que a Jesús “Dios lo hizo Señor y Cristo”, enviando el Espíritu Santo prometido, un poder detrás, que precede  a la ley natural, soplando como en el principio de la creación, su espíritu, esto es causa del venir de la vida divina, compartiéndose en la forma de los Santos Dones,   ya en la creación el hombre fue llamado a compartir en cierta medida el aliento vital de Dios (Génesis 2, 7), somos logoi como se dijo en el articulo anterior (1). Es conveniente aceptar esta doctrina para nuestra vida, el espíritu que actuaba en Cristo y en los apóstoles como en los santos, en los mártires y confesores, vírgenes, y reyes, es el mismo que actúa ( ) en vosotros, y que permite realizar los signos de Dios, del Reino, de amor justicia y paz, que esta ya esta en el mundo, en un anticipo en la Iglesia, siendo la novedad el mismísimo Reino, El Espíritu Santo nos acerca al misterio de Dios y nos hace comprender  quien es Dios
 

El habitáculo de los Santos Dones, el Artophorion, la custodia de la iglesia

 

Con La Divina Liturgia aprendemos que la era apostólica no cesó, tenemos su promesa, (Efesios 4, 11) se predica, Dios  va a enviar,  Dios ya lo ha establecido, Dios tiene la respuesta y nosotros la actitud de “perseverar en la doctrina”, pidiendo por la paz del espíritu y la salvación del alma. El estar comprometido, predicar la palabra el dar la vida por Cristo es la mejor predicación.

Rezamos en las Letanias: solicitando por el don de la fraternidad

a.- “Por la paz que viene desde lo alto y la salvación de nuestras almas...

b.- "Por la paz del mundo entero..."

c.- "El bienestar de las Santas Iglesias de Dios…. por la unión de todos”

d.- Por "este santo templo”

e.- Rezamos por los "patriarcas, metropolitanos, arzobispos y obispos,"

f.- oramos para tener un amor cristiano veraz, sensible, aceptando el beso del leproso.

g.- Recurrimos en la letanía a la intercesión poderosísima de la Doncella María, “y con todos los santos”, proclamando a viva voz su ayuda, encomendándonos unos a otros a Jesucristo para que nos conduzca Él en su santa voluntad para ser signos e instrumentos de la compasión
 
 
El amor a María Doncella
 

El cumplimiento del corazón,  elegimos con nuestras actitudes como actuamos ante las mentiras, el descreer, el diálogo el velo queda en el olvido.

Obedecer a la sensibilidad a los deseos del Espíritu Santo.

 Se entonan las antífonas una a la vez  por parte del clero  el Salmo 102 y 145 siendo representativos,  en los designios de Dios de que  nadie se preocupe, se representa las buenas obras de Dios a los hombres, el discípulo fiel, “glorifica”,  “bendice” al Señor por la salud y los bienes recibidos,  limpiado, otorgando sanidad de nuestras dolencias. "Digamos todos con toda el alma y con toda nuestra mente digamos."  

En La Liturgia se nos insta a arrepentirse y rogad humildemente el perdón de los pecados, actuando el espíritu compungido en el corazón (el alma), en cada fiel en la misericordia. Luego se entona el tropario (dominical, de la festividad, o del santo) y otros cantos, mientras tanto el sacerdote, en silencio ora solicitando al Padre Celestial, alabado por los querubines y los serafines, recibir de nosotros el canto (triságion) angelical, perdonar (en la misericordia) los pecados, santificarnos y darnos fuerzas para servir correctamente a Él; El Señor nos toma en sus manos y nos sumerge en su amor, es el baño de la redención, de purificación y de un nuevo nacimiento. El final de esta oración: "Porque eres Santo, ¡oh, Dios nuestro! Y a ti elevamos gloria, Padre, Hijo Y Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos, amén",  la pronuncia en voz alta. Con una actitud modesta pero afianzada en la esperanza reconocemos los pecados que realizamos, ser perdonadores, confiando en La Divina Providencia y ejerciendo la caridad concreta, con las palabras “catecúmenos salid”, (aunque ahora está en deshuso) es un pedido firme de reconocer como debemos presentarnos ante Dios con un corazón limpio y agradable a su mirada.

Los Muy Reverendos sacerdotes, en el Akhatistos
De este modo el escogido, como creyente  “busca el Reino y su justicia” (San Mateo 6, 33) dependiendo de Dios, abandonándose  en sus manos, que es lo mejor de Dios para mi.

Congregarse en asamblea de fieles, estimularse a las buenas obras y a la comunión fraterna unos a otros, en el gobierno del Espíritu Santo, es Él celoso y nos pide arrepentimiento, nosotros tenemos que ser celosos de la Palabra de Dios tenerla en la más alta estima, lo apreciamos cuando el diácono se para delante de las Puerta Reales y con fuerza proclama ¡sabiduría estemos atentos! el respeto en nuestra actitud y postura al  mirar a las Santas Escrituras, al Evangelio como al mismísimo Jesucristo, la cabeza ligeramente inclinada persignarse antes y después de las lecturas y hacer tres reverencias, el coro entona:

"Venid, inclinémonos y postrémonos ante Cristo. Sálvanos ¡oh, Hijo de Dios! resucitado de entre los muertos, a los que te cantamos: Aleluya."

Dios hiere, toca nuestro corazón lo transforma colocándonos un corazón de carne, solicitando en oración un espíritu nuevo para hacer la voluntad de Dios, prometiendo enmendar nuestro camino con la firme convicción de mejorar como personas, vivir como iglesia, es el Espíritu que nos guía en la oración, el alma de nuestra esperanza y el oasis de nuestro gozo.
El amor a la Divina Liturgia surge del dinamismo del amor de Dios.  

La hondura de la fe, es  revelarnos a Cristo muerto y resucitado, hablamos de el con generosidad y hospitalidad, nos impulsa el testimonio de la convicción, “yo se que mi Señor vive”, valentía y audacia son dos virtudes necesarias para esparcir el mensaje, respaldado con la fuerzas del Espíritu. El Señor confía su Iglesia confía en nosotros, es la enseñanza que aprendeos de La Divina Liturgia, y no nos desampara (Efesios 4, 5), el camino del bien se llama el del amor


El Muy Rev Pater Gregory  en la homilía.

La actividad del nazareo


S E Rev Wladyca Francisco, Padre general y fundador de la "Hermandad de los Nazareos".
La actividad del nazareo precede siempre en la oración y en ese amor puesto en acción en la hermandad como familia. El celo de cada fiel es incentivado por la entrega y atención del padre general de la Hermandad de los Nazareos Franc Primozic, primeramente ser nazareo, es un proceso de fe que es digno de ser contado  para la edificación como estilo de espiritualidad, tomando como modelo a San Juan Bautista. Cada nazareo recibe una formación espiritual para amar más a Dios y dar a conocer a la hermandad. Otro punto que siempre enseña nuestro staretz es creer en la grandeza de Dios, que el actúa, llevar la paz, compartirla y dar a conocer la  bendición que recibimos  en la  Liturgia de san Juan Crisóstomo. La acción de Dios actúa en cada servidor, que colaboran desde su estado, reverenciamos a cada persona que tiene la capacidad de dar lo mejor desde el amor: “primero está el hermano."
La espada  de justicia, el corazón interior, el ave que todo lo ve, esa llama de amor que se irradia, para dar a conocer la Cruz Ortodoxa.
 
La riqueza de la hermandad de los nazareos es la felicidad que se comparte desde la comunidad, la fe que recibimos la compartimos porque somos parte del corazón de Dios.
Cada nazareo se involucra con la Liturgia

miércoles, 28 de octubre de 2015

¿que es la ascesis?



¿QUE ES LA ASCESIS?

 
"El encuentro eucarístico, es la visión de Iglesia, desde la apertura a la eternidad, la ascesis, es el vehículo que nos lleva al silencio y a la contemplación de lo divino, tomando la Cruz con alegría." 

                                                                                                          Stephanos.

Primeramente antes de responder la pregunta, Dios desea que nos acerquemos a Él. Usamos un lenguaje antropomórfico, para resaltar que en el antiguo testamento, ese Dios de Justicia ejerce la virtud de la misericordia incluso a nivel colectivo. Hay distintos tipos de oración, los ánimos pesan en el individuo, pero la constante es el agradecimiento que hay que practicar, la sensibilidad toca el corazón  humano y lo bello y estético comienza a operar. ….Dice el autor Ludwit Ott: “Las virtudes nos capacitan para los actos ordinarios de la ascesis cristiana, mientras que los dones del Espíritu Santo nos capacitan para actos extraordinarios y heroicos” (tomado de “Manual de Teología dogmática pág, 399, editorial Herder. 1966). San Pacomio en su catecismo, invita a practicar  las  virtudes, a sus hijos espirituales les advierte: Hijo mío, imita la vida de los santos y practica sus virtudes. Despierta, no seas negligente, incita a tus conciudadanos, de los cuales te has constituido el garante (Pr 6,3), levántate de entre los muertos; y Cristo te iluminará (Ef 5,14), y la gracia se infundirá dentro de ti.” (Catecismo de San Pacomio). () La recomendación de este santo, es custodiar las virtudes, practicar la humildad, el entiende que es la celadora de las demás virtudes, llega a decir que es la fuerza del la cual se revistió Dios cuando vino al mundo (compárese con el Libro de Isaías 66, 2). “¿La oración?”, pregunta san Pacomio… “Sin descanso, en tu habitación entre tú y Dios.” Es la promesa que el cristiano realiza   desde los votos, se coloca ante Dios. La gloria de Dios se promete al que por la vigilancia y pureza Dios habitará en nosotros. No nos despojemos de Cristo a causa de nuestras malas obras. Hemos prometido la pureza a Dios, hemos prometido la vida monástica, cumplamos las obras que son: ayuno, oración incesante, la pureza de cuerpo y la pureza de corazón”. Apreciamos que enfáticamente este santo monje Pacomio vive lo que predica.

La virtudes son  realidades supralógicas independientes, podemos decir que la virtudes son las que darán testimonio de la vida que llevemos en esta tierra, las que “iluminan la existencia”, en la confianza, deseo, buena voluntad, por ejemplo la constancia en la oración  en el caso de Ana, la madre de Samuel, cuando prolongaba su  oración, ella “oraba con el corazón” (1 Sam 1, 11-13). Aquí llegamos ahora a dar una definición de la “ascesis” y ¿que mejor que lo diga el mismo rey David? : «Hacia ti tengo los ojos levantados, tú que te sientas en los cielos» (Sal. 123, 1), actitud y preparación para aquel que está entregado a Dios. El  santo abad Antonio era feliz en su montaña contemplando las cosas divinas, se ocupaba de la oración. Los ojos están más elevados del orden creados, hay una “experiencia”, es llevado a la contemplación de Dios, conversando con el temor piadoso que se le debe al Creador. Se participa, gracias a su bondad, de la inteligencia divina que irradia en sus siervos: «Alza sobre nosotros la luz de tu semblante» (Sal. 4, 7), en la disposición del cristiano, el alma se despoja de lo impiedad, el alma es transformada en Espíritu (Salm 25, 1). "La fe supera todos los obstáculos, y nos hace fácil la ascesis", la cual nos lleva a esa muerte perfecta que consiste en morir a todo lo que es de este mundo, es decir, después de haber abandonado a nuestros parientes, debemos luchar contra el afecto que nos une a ellos; después de haber abandonado las riquezas, todos los bienes y todas las cosas, debemos abandonar también la atracción que siguen ejerciendo sobre nosotros. Ese es el perfecto renunciamiento.

 “Lo mismo sucede cuando recibimos los bienes espirituales y nos ilumina la luz de Dios con la posesión completa de los bienes verdaderos. No nos rompamos la cabeza por cosa tan insignificante como es la sombra. Porque todas las cosas materiales, sean las que fueren, se reducen a sombra pasajera y leve. De ningún modo se pueden comparar con los salvíficos y santos dones del Dios del universo. ¿Cómo se podrán comparar las riquezas: materiales con aquellas con que somos «enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento» (1 Cor. 1, 5)? Y ¿quién sería tan loco como para comparar la riqueza de carne y hueso con la de la mente, fortaleza del alma, y recta coordinación de los pensamientos? Todo esto, regulado por la palabra de Dios, hace que los padecimientos corporales sean como rasguños sin importancia y aún menos.” Podemos notar que magistralmente  Orígenes, nos expone la verdadera belleza del alma, quien haya tenido la oportunidad de saborear con la mente  un anticipo de cielo, no puede menos que  preguntarse: “¿Quién llamará nobleza a la que viene por nacimiento, según la gente, una vez conocida la nobleza de nacimiento de los hijos de Dios? Y ¿cómo no va a tener en nada todo reino terreno la mente que haya contemplado el inconmovible reino de Cristo? (Heb. 12, 28).”()   No se puede estar inconmovible, ni indiferente ante este hecho.

Todo  este pensamiento  nos lleva a nuevamente a reflexionar sobre la ascesis, aprender a vivir, lo bueno no muere y la esperanza es lo mejor, comprender que Dios Padre honra al alma, y aun los mismísimos ángeles se quedan absortos. La vigilancia, el Señor nos edifica y ampara (Salmo 146,2). También nosotros examinemos  nuestros caminos y nuestros pasos, y sigamos al aroma delicioso de la sabiduría divina, llevando siempre en nuestros corazones sus palabras (Salmo  118,11)

El Mut Rev Padre Orsisio, nos exhorta a oír, en su testamento les pide a sus hijos: “Seamos, pues, imitadores de los santos, y no olvidemos la enseñanza que nos inculcó nuestro Padre mientras se encontraba entre los hombres. No apaguemos la lámpara encendida que puso sobre nuestras cabezas (San Lucas 8,16). Marchando según esa luz en la vida presente, recordemos que por su esfuerzo Dios nos recibe en su familia (cf. Rom 8,16): dando hospitalidad a los peregrinos (cf. Mt 25,35), mostrando el puerto de la salvación a los que se hallan en las tempestades del mar, dando pan en los tiempos de hambre (cf. Mt 25,35),”, (libro de nuestro padre Orsisio, que entregó a los hermanos como testamento, antes de su muerte.) ().

Una muy buena manera de imitar a los santos es la participación en  La Liturgia, saborear el rito, la pedagogía que extraemos de los cantos y de los iconos, así nos damos cuenta que la ascesis "es", podemos llegar a entrar en el sueño  de Dios, por el Espíritu Santo, no por nuestro esfuerzo, pero con la alegría de tomar la cruz y seguir....

domingo, 25 de octubre de 2015

Artículo de estudio nº 1: De como La Divina Liturgia nos conduce a la mentalidad del Reino, en la oración del corazón.


Artículo de estudio  nº 1: De como La Divina  Liturgia nos conduce a la mentalidad del  Reino, en la oración del corazón.
 
La lectura espiritual, fortalece al alma, comenzando siempre con el rezo del Nombre dulce de Jesús, aquí el Muy Rev. Arcidiácono Hermes en la reflexión de la palabra.
 
                                                           Colaborador  Fr +  Stephanos

Cada ortodoxo tiene la autoridad por su bautismo de decretar un año de victoria, ser portadores de luz, solicitar en el Señor la bendición haciendo la voluntad su “fiat”, de Dios. Juan Casiano, quien pasó diez años en el desierto, escribía en sus Conferencias: "Una vida santa es más educativa que un sermón." Cada cristiano lleva una vida centrada en Dios “exagoreusis”. Somos “logoi”, en cierta medida se manifiesta, es un privilegio como en cuantos somos virreyes en la tierra. Dios es el único que posee inmortalidad, lo anuncia Cirilo de Alejandra como anuncio kerigmatico: Jesús “se hizo hombre para que el hombre se haga Dios” y en palabras de San Atanasio, nuestra salvación se basa en obtener un compañerismo, una relación con Dios, por lo tanto la salvación es la restauración del compañerismo del hombre con Dios, con la Encarnación, donde la materia se vuelve  capaz de ser PORTADORA DEL ESPÍRITU.
En el recinto sagrado,  el Reino del espíritu se hace presente en el icono, en una atmósfera de paz. Estamos agradecidos a Dios que en su plan nos invita a ser servidores con una mentalidad del Reino apostólica, en su dominio teocrático. Si se tiene autoridad, nuestras obras de si hablan de nosotros. La Liturgia enfatiza no solo el sacrificio, sino el Reino, la cristificación:  "Bendito es el reino del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos" proclama el sacerdote en su primera Antífona,   glorifica a la Santísima Trinidad,  la concepción acertada bíblica teológica, cimentada en la tradición, en unidad de los Padres de la Iglesia y de  los obispos en unidad, cuando hay armonía en una misma mente es el espíritu que habla, no hace diferencias ni discusiones. En la oración de los fieles, se reza con ánimo y espíritu de invitación: “Participemos de Tus Santos Misterios sin culpa ni condenación, y lleguemos a ser dignos de Tu reino celestial.”(Pág. 18), pronuncia el presbítero al “Rey de gloria” . La oración del corazón, simplificada, sencilla, nos convierte en "meditadores", nos presentamos a cargar la Cruz,  donde la mente y el corazón se unen en una unidad, a saber reposar al nivel del cardias, al comenzar a ver la transparencia del otro, y ¿que significa? ver en el otro  un hijo de Dios, reconocerle, ser un niño, dejarse querer y amar. La Liturgia nos moldea y nos prepara para la deificación, sabiendo que la oración constante es un don de Jesús. El recuperar la fe,  es sencillamente dar ese primer paso, rezar "la oración del corazón" en la caridad , la esperanza y en la integridad. ..y nuevamente no olvidemos  que la inteligencia, la lógica, la razón, lo académico, tiene su lugar correcto, en la naturaleza, pero Dios le regala a aquellos que se colocan  en sus manos, la sabiduría, al  tener  nuestras inquietudes en Dios, saber desesperarse en Él, enloquecerse  en Dios, respirar su atmósfera, en la memoria de Dios.


Aprender a llevar la Cruz.


sábado, 24 de octubre de 2015

Hesiquía: La oración del corazón.


 
La mirada constante al Jesús el Pantocrátor "Rey de gloria"
 
La oración  del corazón.                                                             
                                                                                            Por Stephanos

                        “El único poder que tenemos sobre Dios es la oración”.                  (Anónimo)
Historia. Su importancia, método.  La oración como método de acercamiento.
Historia:

En la oración interior con  el komboskini, se recita  la oración de Jesús del publicano, practicada por muchos místicos, aprobada por la Santas Escrituras, por la Iglesia y por la santa Pedalion.  El ángel se le aparece al santo varón  Antonio Abad, ante la pregunta que debía hacer para ser salvo,  ve al mensajero que posee una cuerda,  que se inclina, hace la señal de la Santa Cruz, y recita la oración del komboskini, ·”haz esto y vivirás”. Ante este acontecimiento  importante, la sal de la vida, acompaña  la vida del ortodoxo que sinceramente, toma esta arma para resistir las maquinaciones del maligno con la actitud de revestirse de la armadura de Dios, la espada del espíritu.

Importancia.

Debemos estar agradecidos porque podemos llegar a Dios, hablar con Él,   contarle nuestros problemas, dolores, alegrías y tristezas:

                                            “Señor te amo,

                                        Señor, te deseo un buen día”

Parece infantil, pero surge de un corazón sincero y abierto a la iniciativa y voluntad de Dios:

“Te necesito, tú lo sabes todo, sabes que te amo”.

Lo primero es reconocer y conocer que damos ese primer paso, es el amor que se cree y se vive.

Método.

El komboskini es una oración letánica,  que permite unificar y aquietar la mente del ‘bombardeo’ de la vista, en esta sociedad liquida. El rezo constante logra un reposo en el espíritu, abriendo el corazón, la casa, en la voz de uno que se mantiene en la vigilancia (nipsis) que es Cristo.

En palabras de Su Beatitud Yuri, Emigidiusz Ryzy, “orar sin cesar”, imitando a San Pablo, con el komboskini, se empieza a transitar en la reflexión contemplativa de la vida, muerte y resurrección de Jesús, de la mano de la Doncella María, Odigitria, que significa ‘la conductora’, la que nos lleva de la mano para estar con Jesús.  La entrega generosa de Jesús en la cruz, su Resurrección, no son dos estancos separados, es una unidad  que nos lleva a caminar de la oscuridad a la luz, y la “recitación”,  de la oración “Señor ten piedad”, nos ayuda a poder ver el universo de la interioridad con los ojos de Dios, ver lo transparente, con los ojos del corazón.

En la letanía, se predispone todo nuestro ser,  sabernos desde ya que estamos ante la presencia de Dios, de un amor muy grande (S. Jn 3, 16)

“El que reza ama. El que ama reza”.

Presencia de lo Divino  que habita en el que reza, en lo sutil, en la suavidad del Espíritu que va habitando nuestra alma:

“Si rezo más me lleno más del  Espíritu Santo”

La oración, no puede enseñarse, la experiencia es personal, propia de los místicos.

Es el amor puesto en práctica en lo concreto, como recomienda  San Pablo, en sus epístolas (Colos. 4, 2; Efe. 6, 18).

“Señor Jesucristo, Hijo del Dios vivo, ten piedad de mi pecador”.

La auténtica devoción, es la claridad de quien es Dios  (Deut. 32, 4) de quien es su Madre, que nos conduce porque nos precedió en la fe, en la escuela de María,  en el  ‘si’, que posibilito el plan de Redención.

La oración es un encuentro: el Santo Abad Isaías, dice de la oración de Jesús que es un espejo para la mente y una linterna para la conciencia, es una frase muy bonita, que define la oración de una manera sencilla, simple, pero muy profunda.

Es la amistad en acción del amor de un Padre celestial amoroso, a sus hijos.

En el rezo del komboskini, en la oración del corazón,  se hace la experiencia personal, intima, comenzamos a escuchar el interior, la nepsis, como la tranquilidad que supera todo pensamiento. el golpeteo, el bombardeo de lo visual que no afecta, porque se posee la vigilancia perseverante (sobriedad y silencio). pero este silencio, en la hesiquía, implica el acercamiento y el reconocer al Todopoderoso, en la vivencia del bautismo e impregnarnos de la luz tabórica

No es extraño que en el rezo, la mente se disperse, y comience a aparecer rostros, proyectos, dolores, angustias, que se van sumando a la letanías, sin embargo, aquí está el punto, su dimensión letanica, nos da el ‘sostenimiento’, la seguridad, la certeza, la perseverancia, que en ese murmullo nos mantiene vigilantes.

La oración de Jesús,  sencilla, es el reconocimiento de Jesús, como el kyrios, el Señor, el Cristo, una verdadera confesión de fe y por el otro expresar nuestra necesidad de amor. Es una piedad, de delicadeza amorosa, de hablar y de decirle a Dios que lo amamos.


El ortodoxo que pasa las cuentas, experimentara como afina su campana interior. Es un trabajo práctico, un medio, donde permitimos recibir y emplear el poder de la energía (caris), siempre presente desde el bautismo.

Hay otro tipo de oraciones, por ejemplo es muy bueno usar las expresiones bíblicas, la de los Salmos.

La expresión en el komboskini, es  del enamorado, en el continuo reconocimiento de que amamos al Señor, ‘estoy dormido, pero mi corazón vela’  (Cantar de los Cantares 5, 2). La elevación, en la oración, hace acrecentar el  amor espiritual  y la   transfiguración.

Hay que dejar que el corazón mande, solo hay que comenzar, el Espíritu comienza a actuar en el corazón, mientras nosotros seguimos extendiendo el Reino, en la independencia del corazón, creciendo y edificando, en la casa, en la fe, en el barrio, en la ciudad, en nuestro trabajo o lugar de estudio. El ortodoxo dedicado, comienza a ver ya un anticipo de la realidad espiritual en este mundo, esperando  la corona de justicia que Cristo nos  reserva. El que reza comienza a ver la realidad del Espíritu Santo en este mundo;  la inocencia del niño, que cree porque la espiritualidad actúa, la belleza surge  y la ascesis se potencia, dando como resultado la resurrección antes de la resurrección universal .

Stephanos Mariano Tisera Iñiguez.

ordendelsur@gmail.con

Para ser presentado al Patriarcal Ateneo San Marcos.

Archieparca para la República Argentina. S E Rev Lic Teofano

 

        

 

Memorias de un peregrino Ruso. Sobre el camino interior.

Sobre el camino interior.                                     
                                                                                                                              Stephanos.

LA MIRADA INTERIOR
 "Memorias de un peregrino Ruso", titulo breve, pero que enfatiza  la "aventura de un sencillo hombre" (Bog Dan Olearnik) que quiere acercarse a Dios (la humildad precede a la gracia). Podemos decir que este libro "es el centro de la vivencia ortodoxa: "La gracia esta para todos, Dios no mezquina su misericordia ni la sabiduría, no hay lugar que no este al alcance de Dios,  oasis de paz y esperanza" (Beato Macario el Grande),  es el transito del humilde que aspira a la "theoría", como contemplación perpetua, consultando a los diferentes sabios de la época.
 La riqueza de este texto es la de  como Dios se acerca a este hombre, invitándolo a "tocar el manto" como la mujer  con flujo de sangre (Marcos 5, 24-34), educada en la fe. La vida de este peregrino, en un lenguaje cándido y directo, pregunta  como puede hallarse constantemente en la presencia de Dios. La oración constante,   es el ejercicio de comenzar a buscar dentro de uno, dejando de lado el ego, captando la voz de Dios aun en el silencio. La mente, el corazón, lejos de estar divididos, se unen en "la amorosa inteligencia", espiritualidad ortodoxa, que se potencia en la oración mística con Dios. La persona, en "la vigilancia constante", no disipa su mente, no se dispersa, porque su enfoque es la relación familiar, amorosa y filial con Dios, El te llama por tu nombre, hija,  hijo, como a la viuda. El texto, enfoca como una breve oración, nos lleva  a la gracia que nos salva.
En el Cantar de los Cantares, se resume la eterna   búsqueda del amado, durante la vigilia, (3, 1) dice el versículo, "en mi lecho, por la noche, busque el amor de mi alma, lo busque y no lo encontré". El gran maestro de la mística oriental  muestra la purificación de la mente para obtener la "presencia de Dios", Gregorio del Sinaita, dice "que el monje para recordar a Dios, lo mantiene en la respiración".  Sepamos que este viajero, no estaba solo,  su amada lo aconsejaba, lo animaba e incentivaba a la practica piadosa. En síntesis, este libro nos enseña a preguntarnos quien es el verdadero ciego.
Que el Señor Dios todopoderosos, Rey de Gloria bendiga este encuentro de interioridad, en lo bueno, bello y verdadero.

                                                                                                   Amiñ.