† Nuestro Padre entre los Santos Gregorio el Teólogo,
arzobispo de Constantinopla (389).
Esta luz de la Iglesia es uno de los tres santos
Padres que la Iglesia ha honrado con el nombre de
"el Teólogo" (los otros son San Juan Evangelista y Teólogo y San
Simeón el Nuevo Teólogo).
Nació en 329
en Arianzo en Capadocia a una familia piadosa y santa: tanto su padre Gregory,
madre Nonna, hermano Cesáreo y hermana Gorgonia están contados entre los santos
de la Iglesia.
Su padre más tarde se convirtió en obispo de
Nacianzo. Estudió en Palestina, a continuación, en Alejandría, a
continuación, en Atenas. En el camino hacia Atenas, su barco estaba casi
hundido en una tormenta violenta, Gregory, que aún no habían sido bautizados,
oró al Señor para preservarlo, y prometió que en adelante iba a dedicar toda su
vida a Dios. Inmediatamente cesó la tormenta.
En Atenas,
los compañeros de Gregory incluyen San Basilio el Grande y el futuro emperador
Juliano el Apóstata.
En Atenas,
los compañeros de Gregory incluyen San Basilio el Grande y el futuro emperador
Juliano el Apóstata. La amistad entre Gregorio y Basilio transformó
en una verdadera amistad espiritual, sino que fueron amantes hermanos en Cristo
por el resto de sus vidas. Después de completar sus estudios, los santos
Gregorio y Basilio vivieron juntos como monjes en la ermita de Pontus. En
contra de la voluntad de St Gregory, su padre le ordenó sacerdote, y San
Basilio le Obispo de Sasima (en la Arquidiócesis de Cesarea, sobre el que San
Basilio fue arzobispo) consagrado.
En 381 el
Concilio Ecuménico condenó Macedonio, Arzobispo de Constantinopla, y nombrado
San Gregorio en su lugar. Cuando llegó a la ciudad, se encontró con que los
arrianos controlan todas las iglesias, y se vio obligado a "gobernar"
a partir de una pequeña capilla de la casa. Desde allí predicó sus cinco
grandes sermones sobre la Trinidad, la Triadika , que fueron tan
poderosamente influyente, que cuando salió de Constantinopla dos años más
tarde, todas las iglesias de la ciudad había sido restaurado a los
ortodoxos. St Gregory siempre fue un teólogo y un contemplativo, no un
administrador, y los deberes del arzobispo fueron angustiosa para él.
En 382 recibió el permiso de un consejo de sus
compañeros obispos y el emperador a retirarse de la sede de
Constantinopla. Volvió a Nacianzo (por lo que a veces se le llama San
Gregorio Nacianceno). Allí descansaban en paz en el 391 a la edad de
sesenta y dos.
Sus escritos
muestran una profundidad teológica y sublimidad de expresión quizá sin igual en
la Iglesia.
Sus escritos
muestran una profundidad teológica y sublimidad de expresión quizá sin igual en
la Iglesia. Su enseñanza sobre la Santísima Trinidad es un gran bastión
de la fe ortodoxa, y en casi cada uno de sus homilías publicadas predica la
Trinidad indivisible y de una esencia.
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