La pasión de San Andres.

Señor ayúdame a aceptar la pasión de la Cruz.

Antigua imagen tallada encontrada en las afueras de España

La santa cruz de San Andrés realizada correctamente, en profunda veneración y adoración a Dios Creador, sus ocho puntas de la Cruz de san Andrés, señala a los dones del Santo Espíritu, también a fijar el ego, que destruye al mundo y su visión ostentosa, extraer el muy profundo significado de ésta Cruz, implica la gracia de Francisco De la Caridad, elevarse al amor en la entrega a Dios que nos enseña a valorar a este apóstol Andrés hermano de Pedro. Primeramente la Cruz de San Andrés, no la vemos como un instrumento de tortura y de suplicio, sino como signo y símbolo de la vida, la verdadera, la que comparte la savia del Creador, en la sabiduría que Dios comparte. El Hermano Mayor como nazareo enseña que primeramente el prójimo, aunque parezca una paradoja, es Dios, y la obra se traduce en el servicio al prójimo. En las orilla del río al pedir la bendición, sabemos que el suelo se encuentra formado por diferentes capas de tierra y arena, nosotros nos dirigimos  a los estratos profundos, regados por el río de la vida, que permite que florezcan las flores silvestres. En la Cruz se nos aguarda con seguridad, San Andrés nos enseña a ser cristianos y no cretinos, a alcanzar a Jesucristo, San Andrés nos ilustra la sabiduría, el poder, el amor y la justicia, cuatro puntas y le sumamos la paternidad de Dios. Nos enseña la vocación al apostolado, a la misión, al discipulado  y la profunda espiritualidad del acercamiento o de conducción a Jesús. San Andrés transmite este convencimiento, el Mesías está aquí, de por si no puede hacer nada Esta es la espiritualidad de Andrés; sabe que tal vez él no puede hacer nada de por sí, pero ayuda a los otros para que se acerquen a Jesús,es la etica de andres aaprendidadd el mejor maestro

  

Esto subraya la importancia de la ética de Jesucristo, la familia de Dios

Custodios del alma de la tranquilidad del reposo, esto no es inactividad sino la apertura del espíritu, samo lectio divina,  oración y compunción del corazón.

“Oh Cruz buena, que tuviste el honor de sostener el cuerpo de Jesús, fuiste por largo tiempo deseada, con anhelo buscada, con empeño querida, y para el que te busca, ya encontrada. Recibe este mi cuerpo de los hombres y devuélvelo a Cristo, de tal suerte que por medio de ti llegue hasta Aquel que en la Cruz me ha salvado con su muerte.”