miércoles, 10 de diciembre de 2014

Día 9 de diciembre Concepción de la Santísima Virgen María en Santa Ana

Día 9 de diciembre 
Concepción de la Santísima Virgen María en Santa Ana 
De las oraciones de San Anselmo Obispo  (Oración 52: PL 158, 955-956)



¡Oh Virgen por cuya bendición queda bendecida toda la naturaleza!
El cielo, los astros, la tierra, los ríos, el día, la noche y todo lo que se halla sometido al poder y al servicio del hombre , se congratulan, Señora, porque, habiendo perdido su antigua nobleza, ahora han sido en cierto modo resucitado  por ti y dotados de una gracia nueva e inefable.
Porque todas estas cosas estaban como muertas, al haber perdido su congénita dignidad de servir al dominio y utilidad de los que  alaban a Dios, que para eso habían sido creadas; estaban oprimidas y afeadas por el abuso de los que servían a los ídolos para los cuales o había sino creadas. Ahora se alegran como si hubieran vuelto a la vida, porque ya vuelven a estar sometidas al dominio de los que confiesan a Dios, y embellecidas por su uso natural.
Es comos si hubiesen saltado de alegría por esta gracia nueva e inapreciable, al sentir que el mismo Dios, su mismo creador, no solo reinaba sobre ellas de un modo invisible sino incluso lo viene en medo de aquellas, santificandolas visiblemente con su uso estos bienes tan grandes provinieron del fruto bendito del vientre sagrado de la virgen María.
Por tu plenitud de gracia, o que estaba en el país de los muertos se alegra al sentirse liberado. En efecto por el glorioso Hijo de tu gloriosa virginidad, todos los justos que murieron antes de la muerte vivificante de Cristo se alegran de verse libres de su cautividad, y los ángeles se congratulan por la restauración  de su ciudad  medio en ruinas.
¡Oh mujer llena y rebosante de gracia, con la redundancia de cuya plenitud rocías y haces reverdecer toda la creación! ¡Oh virgen bendita y desbordante de bendiciones queda bendecida toda la naturaleza, no solo la criatura por el Creador, sino también el Creador por su creatura!
Dios, a su Hijo, el único engendrado en su seno igual a sí, al que amaba como así mismo, le dio a María;  y de María se hizo un hijo no distinto, sino el miso, de suerte que por naturaleza fuese el mismo y único Hijo de Dios y de María. Toda la naturaleza ha sido creada por Dios, y Dios ha nacido de María; y de este modo rehizo todo lo que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada, una vez profanadas, no quiso rehacerlas sin María.
Dios, por tanto, es Padre de las  cosas creadas y María es madre de las cosas recreadas, Dios es padre de toda la creación; María es madre de la universal restauración: Porque Dios engendró a aquel, por quien todo fue hecho, y María dio a luz a aquel por quien todo fue hecho, y María dio a luz a aquel por quien todo fue salvado. Dios engendró a aquel sin el cual nada en absoluto existiría y María dio a luz a aquel sin el cual nada sería bueno.
En verdad el Señor está contigo, ya que él ha hecho que toda la naturaleza estuviera en gran grande deuda contigo y con él.
RESPONSORIO
R.  Proclamad la grandeza del Señor.
V.  Desde ahora me felicitar todas las generaciones.
R.  Por su grande piedad para conmigo.


Después que Adán y Eva pecaron y fueron convencidos de sus pecados, el Señor antes de pronunciar la sentencia contra ellos, maldijo a la serpiente que había engañado a Eva, diciendo; “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre su generación y la tuya y ella te quebrantará la cabeza.” (Génesis 3, 15); (Mt 1, 23. 25; 3, 7; 13, 38; Lc 1, 34 s; Jn 8,44; ; 14, 30; 16, 21; Apoc 12, 30; 20, 1-3, 9), Esta mujer fue la gloriosísima Virgen María nuestra Señora, a la cual ya desde entonces puso Dios por capitana y dueña del campo, para que pelease con la serpiente infernal, y le quebrantase la cabeza, y destruyese su benditísimo Hijo. Y escogerla para tan grande empresa antes de pronunciar tan grande sentencia, fue para darnos a entender que no quiso comprenderla ante ella, sino que la eximia de de contraer el pecado original, que los hombres han heredado de sus primeros padres, y que su concepción sería toda pura y su alma en el primer instante de ser seria llena de gracia. Por ello el Señor dice de ella, que es entre todas las hijas suyas como la azucena entre las espinas; que es amiga suya toda hermosa, sin mancha alguna del pecado; que es su paloma querida y perfecta, y como un huerto cerrado y  lleno de aromas . Y el ángel la llamo “llena de gracia y  bendita ente todas las mujeres”. Porque fue infundida a la virgen en su purísima concepción , no solo la gracia para preservarla del pecado original ; mas también le fueron infundidas todas las virtudes morales; y le fue acelerado el uso de la razón y verdadero conocimiento e Dios; tuvo desde su Concepción la ciencia de las cosas naturales y morales, que son necesarias para la inteligencia de la divina Escritura y para a prudente gobernación exterior; y una gracia tan abundante , que causaba en ella una compostura admirable y divina; porque jamás tuvo movimiento desordenado, ni dijo palabra ociosa, ni cayo en la menor imperfección del mundo, ni cosa que oliese a pecado; antes desde el punto de su Inmaculada Concepción comenzó a merecer la gloria, y tomo la corrida para alcanzar la joya de la bienaventuranza con tan largos pasos, que a todos los otros santos dejó atrás. Este privilegio tan singular de María celebra hoy la santa Iglesia, Esta prerrogativa de nuestra Madre definió ser dogma de fe el pontífice Pío IX, el 8 de diciembre de 1854; y bajo este gloriosísimo titulo de la Inmaculada Concepción ha sido declarada María patrona de España  y de sus Indias, por haber sido España la nación que mas se distinguió en honrar a María Inmaculada.
Reflexión: Roguemos hoy con gran fervor a nuestra Purísima Reina y Madre que no permita seamos victima de la serpiente infernal; que nos libre de todo contagio de error y herejía, y nos guarde puros e inmaculados en medio de esa corrupción de costumbre que es la natural consecuencia de la impiedad; y finalmente que resistiendo con gran constancia dentro de su amparo a las acechanzas de los demonios y a los malos principios de los enemigos de Dios, alcanzamos victoria del dragón infernal que ella puso debajo de sus pies, y merezcamos participar de su triunfo glorioso en la eterna felicidad de los cielos
Oración: Oh Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen preparaste digna morada a tu Hijo; te rogamos pues que con la previsión de la muerte del mismo Hijo la preservaste de toda mancha, también a nosotros nos concedas por su intercesión que nos lleguemos a ti puros y limpios. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.  

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