jueves, 11 de diciembre de 2014

11 de diciembre san Dámaso, papa. (+384)

11 de diciembre san Dámaso, papa. (+384)

El doctísimo y santísimo pontífice san Dámaso fue español de nación, algunos piensan que fe natural de Tarragona; otros que fue de Madrid, y en al Iglesia de san Salvador de esa villa hay una inscripción que lo dice. Fue muy insigne pontífice y alabado de los escritores de su tiempo. Teodoreto dice que le llamaban “varón admirable digno de toda alabanza” y que resplandecía en toda virtud. “san Jerónimo, su secretario y grande amigo, dice que fue virgen limpio y sin mancilla“,  San Ambrosio, “que fué elegido por juicio divino”; y en el sexto concilio diamante de la fe, por la gran firmeza con que la defendió de los herejes. Sucedió en el pontificado a Liberio, papa, cuyo vicario y presbítero había sido. Hubo en tiempo de este varón pontífice de muchos herejes que con nuevas y falsa opiniones turbaban la paz de la iglesia Católica, especialmente en las provincias de Oriente; y para cortarlas de raíz persuadió San Dámaso, el grande y religiosísimo emperador Teodosio, que también era español, que se juntasen en concilio general en Constantinopla; y así se hizo y todos los obispos unánimes confesaron la fe del concilio Niceno, y confesaron a Macedonio y otros herejes. Hizo después el emperador Teodosio, en compañía de los emperadores Graciano y Valentiniano, una ley que mandaba que todos los súbditos de su imperio siguiesen la religión que enseño san pedro en Roma, y el pontífice Dámaso seguia. Edificó san  Dámaso dos templos, uno dentro de la ciudad de Roma en honra del invictísimo mártir san Lorenzo, y otro fuera de la vía Ardeatina en las catacumbas, y enriquecósele con varios y ricos dones. Hallo muchos cuerpos de mártires, cuyos sepulcros ilustro con muchos versos elegantes. Se sirvió de san Jerónimo para responder a las dudas y consultas a toda la iglesia de la cristiandad, que acudan a la sede apostólica, y estimóle y honróle tanto por su excelente sabiduría y santidad, que el mismo siendo su pastor y maestro de toda la iglesia, como si fuera su discípulo, le proponía las dificultades que tendría en la sagrada escritura , para que él se las declarase. Dio autoridad a la traducción  del Viejo testamento que el santo doctor había hecho, habiéndose usado comúnmente en la iglesia, hasta aquel tiempo, la de los Setenta interpretes. Finalmente habiendo gobernado santísimamente la nave de san Pedro diez y ocho años comenzados, y siendo que ha la edad de ochenta, lleno de virtudes y merecimientos, pasó de esta vida temporal a la eterna. En vida restauró  la vista a un ciego que hacia trece años que estaba sin ella, y después de muerto este santo papa obro el Señor por él muchos milagros.
Reflexión:
Si fué virgen y limpio de corazón, como lo afirma san Jerónimo, su íntimo amigo y secretario, no tienes que preguntar ni por su celo en propagar la fe, ni por su firmeza en defenderla lo que debilita a hombre, y hasta acaba con sus fuerzas así espirituales como corporales son los vicios. De ellos se ha dicho sabiamente que son la polilla del alma y del cuerpo. Si te encanta esa energía del santo, ¿a quién no encanta virtud tan excelsa?, ya sabes el secreto. La limpieza del corazón aumentara tu vigorosos, decaen de animo ate obstáculos que solo tiene  el nombre de tales, uno dado a la virtud , romperá fácilmente por todos ellos y saldrá adelante en la empresas de la gloria de Dios.

Oración: Oye, Señor, nuestras oraciones, y por intercesión del bienaventurado Dámaso, tu confesor y pontífice, otórgales benignamente el perdón de nuestras culpas y la paz de nuestras almas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amiñ. 

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