"El Maestro manda decir:
¿Dónde está la sala para poder comer la Pascua con mis discípulos?"
San Lucas 22, 11
Retiro en la posada del caminante: la vivencia de la Pascua
En este tiempo se exige una respuesta personal, somos un sepulcro, y sin embargo también una transfiguración: “Todo está lleno de luz increada, el cielo, la tierra, el infierno”, cantan las Iglesias Helenas en la noche de Pascua.
La Pascua como Misterio, es revelación de Dios, con un proceso en la cumbre, que es la Pascua, misterio celebrado. En la Liturgia, la Pascua es vivida no solo individualmente, sino como pueblo e Iglesia. La Divina Liturgia nos hace vivir el Paraíso desde ahora; es nuestra Resurrección Pascual (paso al eterno reposo).
¿Dónde está la sala para poder comer la Pascua con mis discípulos?"
San Lucas 22, 11
Retiro en la posada del caminante: la vivencia de la Pascua
En este tiempo se exige una respuesta personal, somos un sepulcro, y sin embargo también una transfiguración: “Todo está lleno de luz increada, el cielo, la tierra, el infierno”, cantan las Iglesias Helenas en la noche de Pascua.
La Pascua como Misterio, es revelación de Dios, con un proceso en la cumbre, que es la Pascua, misterio celebrado. En la Liturgia, la Pascua es vivida no solo individualmente, sino como pueblo e Iglesia. La Divina Liturgia nos hace vivir el Paraíso desde ahora; es nuestra Resurrección Pascual (paso al eterno reposo).
en la Posada del Orante |
Dios, familia, elige que se viva como pueblo. Ahora no es que quiera un pueblo determinado, quiere un pueblo que este junto, unidos.
Es el aquí y ahora, cada Misterio se celebra, es “memorial” y también Pascua, hay también un recuerdo de esa primera Pascua del pueblo.
Es Acontecimiento salvífico, es el primer movimiento que siguió celebrando ese acontecimiento que rara vez coincide con la Pascua judía.
La memoria de aquel momento (salida de Egipto a tierra prometida), sigue hasta ahora.
También celebramos ese acontecimiento del Antiguo Testamento que es importante, es base, lo celebramos y leemos la primera lectura obligatoria.
Es figura de la verdadera liberación que coincide con la liberación de la Pascua y tierra prometida, se cerró el ciclo y todavía en camino se nos presenta el cumplimiento de la promesa al llegar a la plenitud que proviene de la gracia increada.
En la vida de San Serafín se convirtió en una fiesta perpetua de Pascua: en sus últimos años se vistió con una túnica blanca, saludó a todos, independientemente de la temporada, con "¡Cristo ha resucitado!"
Es el Paso de una realidad a la otra realidad de libertad para nosotros, al librarnos de la esclavitud, del paso a la nueva novedad, tomando del Evangelio, las “telas nuevas” del Evangelio, la Nuev Alianza que nos lleva a la comprensión de la novedad, abrirme a esa novedad.
Sorprenderme, asombrarme, es un desafío un riesgo, una inseguridad, es una tendencia a lo viejo que se basa y busca la seguridad, la nostalgia lo anejo parece que es “mejor”, y dice no al cambio ni a la novedad, ni se la busca. Si uno hace eso
frena la Pascua , me quedo en lo repetitivo, no dejo obrar a la Pascua, y hay muerte. Pero la vida es un corazón abierto a la novedad. Si repito y hago lo mismo, es un no a la innovación a la expresión y acostumbramiento y pierde sentido de todo, no nos damos cuenta ni preguntamos. Los gestos religiosos no se tiene ni idea , y no nos abrimos a la nuevo, no queremos que nos arranquen de lo viejo.
El Renovarse rompe la perdida, me resisto pierdo lo que tengo y no admito ese aire renovado. Al cerrarme en las inseguridades, me estanco. La Pascua es aire fresco, es renovar abrazar, a la Pascua personal, es la cumbre.
Lo que queremos, es la desición de ser espectadores o protagonistas, podemos cerrarnos o experimentar liberación. La Pascua se vivía intensamente, era como el circo en el pueblo, se vivía un espectáculo. Sin embargo me tengo que meter en el Misterio. Vivirlo experimentarlo y practicarlo me lleva a una experiencia de la Pascua.
Es la Experiencia vital. Con la Huella, en la modificación que trasforma, es mucho más que la razón, fuimos instruidos, catequizados entramos a la religiosidad racionalmente a la Pascua. Hay que adquirir conocimiento, hablamos de lo que sabemos conocemos, no significa que lo vivo. Ser protagonista es hacer a la experiencia vida.
“El que experimenta el Misterio, experimenta al Cristo resucitado”.
La primera anunciadora es María Magdalena, testigo de la Pascua, es alcanzada por la misericordia, llena de amor, porque se le perdonó mucho, amó mucho”, pudo cambiar, cedió a la novedad, a la verdadera novedad en su vida,
Experimenta el encuentro, salió, se dejó alcanzar por Él, corrió por el amado (el Cantar de los Cantares)
Encuentro pleno, abrazo definitivo del amor Pascual,
Y Jesus estaba capacitado, en la autoridad Divina, en tu vida, como amigo fiel, autoridad es lo que veían en Jesús.
“el mensaje tiene que ser creíble”
Le creyeron por ser testigo, implica que conmueve con el testimonio, ellos, (los apóstoles) se levantaron. El testigo veráz si es creíble
No es un mensaje incoherente, o Pascua de adorno o de libro, si no, no hay una transformación, ser testigo es verdadera experiencia de Pascua. María Magdalena amó mucho, ¿Dónde está? Corre se preocupa por el Señor, ¿dónde lo escondieron?
Podemos decir que es el silencio más profundo y negro de la Historia.
Corre a anunciar, no se guarda el anuncio, le quema, adentro me tiene que conmover, gritar y movilizar.
Los discípulos de Emaús, no entienden, se encuentran ante el imperturbable silencio, si, Jesús murió, ahora está el problema de la libertad, de la promesa, fracasaron, y si le sumamos que están enfrascados, en lo de ellos, no vieron porque están metidos en lo visión de lo religioso y no vemos al Resucitado. No lo veo pero aparece.
Los Apóstoles lo descubren en la fracción del pan, es la evidencia del milagro, encuentro en la Eucaristía.
Se abre el corazón y tiene experiencia con el Resucitado.
La experiencia Pascual, te impulsa a la misión, es la Buena Noticia que no se guarda y damos a conocer.
Ahora esta Tomás, es santo, que se lo relaciona con la incredulidad. El escucha, sabía, conocía la predicación del Señor, pero el encuentro es en el medio a la mitad del camino. Cristo Jesús, sale aparece por cualquier lado, a la vera del camino, no creen en la resurrección o mejor dicho no entendían que es la resurrección, si recordamos que el templo, iba a ser destruido....
Cuando nos cerramos a la Pascua, nos pasa esto, nos quejamos,
Entonces la experiencia Pascual, nos tiene que hacer creíbles, la fe crece en nosotros, llega a mí por la fe, es anuncio, experiencia plena.
¿Qué me pasa con la fe transcendental, que pasa con mis hermanos?
Pedro lo confunde, cuandopel Señor camina sobre el agua, no llega al pleno conocimiento, es un fantasma, un falso dios, o un dios a su medida.
Necesitamos la ayuda de los hermanos, me ayudan al reconocimiento, me anuncian y dicen “es el Señor”, Pedro le cree a Juan pero viene la duda, el camino riesgoso de fe, la ayuda de la comunidad, la necesidad de confiar en la fe suficiente y llegar y no hundirnos.
Sin embargo hay una falla en el camino, la fe, se encuentra en dificultades.
La fe de Pedro es impulsiva, dura poco, no se está diciendo que no es una fe sincera, pero es entusista y fragil.
El encuentro con el Señor es Continuidad, experiencia, coincide con saborear la sabiduría que se experimenta en la caridad.
Otro ejemplo es el apóstol San Pablo, prepara un discurso muy elocuente, no es cuando como escucha, de acuerdo al auditorio docto.
Sin embargo falta esa experiencia viva para transmitir, hacer vivencia lo personal , la verdad. La Resurrección en nosotros se da en el camino pascual .
Culmina en la Pascua- celebrante con intencionalidad, de experiencia y vivencia /
En mi vida en Jesús, adentro mío, intensamente en ver percibir pensar.
Montado en un burrito, despreciado, disfrazado,
“Tenes que dejarlo entrar “dejarlo actuar”, en obrar en cada momento te marca el Misterio.
Vivir llevarla a mi propia vida, ser de Dios:
Somos puentes entre Dios y los hombres
Somos sacerdotes por el Bautismo.
Es un compromiso, revisar nuestro sacerdocio,
La Eucaristía, aporta el alimento, la señal es ser Eucaristía para los demás, ser Eucaristía para los hermanos,
El Sacerdote es el “hombre comido por los hombres”
y ser alimento...
El Gesto del lavado de los pies, (cultural en Palestina).
Hoy la pregunta es ¿Cómo es hoy lavar los pies?, ¿Cuál es el gesto que me pide Dios hoy a mí?
Viernes santo, dolor ese día muere en la cruz. El Sepulcro ¿Qué significa para mí? ¿Qué pasa con mi sepulcro?
Como muerte litúrgica traduciéndola a la Pascua personal y a la experiencia.
Pensar, la verdadera Pascua,
En la Iglesia Bielorrusa, el pan fermentado, se bendice el día de Pascua con una oración especial. Toda la semana de Pascua se guarda en el templo delante del Iconostasio y el sábado después de Pascua se parte y se entrega a los fieles como algo sagrado. El Artos recuerda a los fieles la presencia del Salvador resucitado entre nosotros.,
Por eso también el día por excelencia del Misterio Eucarístico es el día de la Resurrección del Señor, el Domingo. El día que simboliza la abolición del tiempo, porque es a la vez el primer día de la creación y el octavo, el día “sin crepúsculo, sin sucesión e interminable. Por eso también “la santa Mesa o Altar” icónica el trono de Dios, la Resurrección de Cristo y Su honorable sepulcro.
Escribe san Gregorio de Niza: «La gracia de la Resurrección no nos promete otra cosa que la apocatástasis (restablecimiento) de los caídos a la ancestral autenticidad y belleza. Es el retorno a la vida primera, que vuelve a ingresar al hombre al paraíso que fue echado de este
La Divina Liturgia es una Pascua continua.
Por eso también el día por excelencia del Misterio Eucarístico es el día de la Resurrección del Señor, el Domingo. El día que simboliza la abolición del tiempo, porque es a la vez el primer día de la creación y el octavo, el día “sin crepúsculo, sin sucesión e interminable. Por eso también “la santa Mesa o Altar” icónica el trono de Dios, la Resurrección de Cristo y Su honorable sepulcro.
Escribe san Gregorio de Niza: «La gracia de la Resurrección no nos promete otra cosa que la apocatástasis (restablecimiento) de los caídos a la ancestral autenticidad y belleza. Es el retorno a la vida primera, que vuelve a ingresar al hombre al paraíso que fue echado de este
La Divina Liturgia es una Pascua continua.