viernes, 6 de noviembre de 2015

La misericordia.


La misericordia.

Colaborador Stephanos

La oportunidad es incontable, tenemos criterios estrechos y una medida corta para valorar, la misericordia tiene un límite para el hombre, con lo frontal, lo visceral  que también tiene un límite, porque se basa en la naturaleza de este universo, es lamentable,  pero no es malo en si,  es incompleto, es un conocimiento  abstracto. Hay una gran necesidad de llegar a la certeza de muchas cosas, muy dignas de ser conocidas  se necesita dar ese primer paso en la mirada como unidad, comenzar  a ver lo bueno, bello y verdadero, que es perdonar sin esperar nada a cambio, es lo maravilloso de preferir siempre la verdad a la más ingeniosa disputa. La misericordia es mucho más que ejercer paciencia,  es el amor benévolo, quiere toda clase de bienes espirituales y corporales para el prójimo. ¿Qué dicen los padres de la iglesia de está virtud, tan pronunciada y sin embargo escasamente conocida? La misericordia brota del propio corazón de Jesús, 
Nuestro Patriarca Athanasios Aloysios, siempre enfatiza la misericordia en sus encíclicas
 
Conociendo esta mente, Dios rico, que es incontable en amor,  visionario en misericordia, puede usarla siempre, el texto de San Pablo  nos impulsa a esa caridad (previniente y proveniente de la fuente Divina) y misericordia que “excusaba a todo el mundo.   obedecía y le estimaba”  (1 Cor. 13, 7). El Salmo 31, el salmista se admira de  la misericordia, que esta a nuestro alcance.
Encomendarse a Dios, en la oración ofreciendo nuestras fuerzas y talentos

Se espera en Dios, su Misericordia es para cada mañana, es grande, su fidelidad se remuevan cada mañana,  El Espíritu Santo, el Maestro interior esta presente ¿dónde huiré de tu Presencia? Tú estás, aún  en las tinieblas,  resplandecerá tu Presencia.

La gloria de Dios te seguirá, las ondas radiales llegan, no se puede escapar, del mismo modo no se puede escapar de Dios.  

El que subió a los cielos descendió, predicó a los que habían perdido su oportunidad.

El Espíritu  aletea  aun en las profundidades, su gloria  es el encuentro con Dios, lo más sublime. La  transfiguración llega a nosotros.

Toca el corazón, hay entrega, y la imagen conforme a un propósito, es obra de Dios, ¿como hacer para empezar? en la escuela de María nos disponemos a seguir.

 Mis lágrimas eran mi pan. Si a ti por el Espíritu Santo te da vida, te levantará, es maravilloso Dios, por la obediencia el espíritu santo se acobija en el corazón.

Escuchar la palabra de Dios, “poner por encima las virtudes la fe, la oración, la Liturgia”,

Se piensa que se es desechado, se está abatido, al entrar en el camino de paz, Dios le hablara al corazón, EL  desierto, de purificación, al confiar en Dios, se da  cuenta que no hay nada,  solo la expectativa de muerte, que no se puede confiar en la belleza, la peor tragedia es saber que Dios existe, pero que se es ignorante, y la única manera de conocerlo es amando a Dios

El Camino al desierto,  solitario, “allí me invocaran, me honraras” dice el texto, no hay vegetación, solo arena, frio extremo, sol insoportable, tus compañeros son la serpiente, el escorpión, te apoyas en un callado, y allí cuando llegas al colmo, sin agua, sombra, encuentras la herencia, el oasis, por la certeza, seguridad que recibes de …has sido probado como oro en el crisol  como el metal noble libre de impurezas recibe el temple por los golpes del herrero, como el alfarero que prepara la arcilla y la moldea.

Dios, incomprensible e inaccesible aun para los ángeles

 No importante, en todo hay un fin, pero Dios no tiene fin. El joven pudiente y acomodado, realiza una pregunta sobre que tenía que hacer, responde con seguridad, sabe lo que hace, guarda los mandamientos. Se he cuidado de todo, Jesús lo mira, solo te falta una cosa, si quieres ser perfecto vende todo.

Más te desprendas, más tu llamado, la gloria. El convertirse en seres de comunión por el ahondamiento espiritual “respirar a Dios”, sin esto no viviremos la espiritualidad de Cristo, su ética, “uno de los padres decía que es imposible que se vea el rostro en el agua lodosa, mucho menos el alma,  si no se purifica de pensamientos extraños, puede contemplar a Dios en la oración”.

El amor de Dios te mira y te ama, inunda tu corazón, ante la pregunta de un servidor al sacerdote como podemos pronunciar “Señor te piedad”,  en la recitación parvada de la liturgia,  cuando no hay nadie con nosotros,  el muy santo sacerdote respondía, por la fe, la caridad, y el Santo Espíritu “maestro interior”,   la Iglesia toda está en nuestro interior y cada uno está en comunión con la Iglesia. Es el orar, pedir su misericordia, recordemos que adentro nuestro está el Altar del corazón y la llaves en nuestro poder la odemso usar si tenemso la voluntad para pasar la estrecha puerta

Libro a los Efesios 2, 4. El mismo poder, la  gloria te levantara. Dios te ama aun como eres, igual. Yo nunca me olvidaré de ti, aun en el pozo de la desesperación.

Confiar en Él, aun así, nos levanta como a Cristo.

“Dame tu corazón" es lo que pide Dios. Es el Amor eterno que nosotros no podemos dar, no nos abandona,  gozo perdón y misericordia guárdales. Los pensamientos del espíritu son nobles, son duraderos, piensas en el otro; el orbe endureció el corazón, nos renueva como las de un búfalo y ungido con aceite fresco. Recursos del cielo en la confianza en el Dios de los ejércitos. La vida del ortodoxo comienza el pensamiento dominante es el amor a los demás  Mirar para arriba concentrado, cielo, se piensa en la eternidad, no quiere que entre en su corazón. Ocuparse es vida, fuerzas del cielo, bendición esperanza visión nueva. Deja de

Aprendemos a pedir ayuda,  confiamos en Dios, tenemos lso ejemplos de la antigüedad. el pueblo elegido clamaba.

Ese clamar a Dios, en las fuerzas y esperanzas del cielo, se contempla en la esperanza correcta  y en las  lagrimas de los oprimidos.

Es un método de conservación a Dios

En el valle de las lágrimas, en el desierto hay una conservación entrega, purificación y ayúdame, el consejo amoroso de San Pablo nos anima a “la comunión con el Espíritu Santo – nuestra comunión con Él y Él con nosotros- , es la condición normal en la vida cristiana, fuera de la cual no puede haber ninguna vida con Cristo que sea digna de tal nombre (Rom., 8. 9 b)” ()[ii]
El camino a transitar para el ortodoxo, en el hermoso sendero que realiza el clero y pueblo,  en la presencia  de una realidad, todos caminamos juntos a la casa del Señor  y nos hace falta la fuerza, la caridad, la fe y la misericordia efectiva,  que son el principio de la Iglesia, para ser realizado plenamente, vivir este tiempo litúrgico en  la Iglesia para nosotros y para el servicio de todo hombre de buena a voluntad a Dios, fuente de toda razón y justicia.

“La oración es caminar con Dios, recuerda que Noé es el único que oraba antes del diluvio” (Génesis  6, 9).

“La justicia y el arrepentimiento da como resultado la misericordia”.

“un hermano le pide al abad Antonio: “Ruega por mí”, y el anciano le contestó: “Ni Dios ni yo tendremos compasión de ti, si tu no tienes cuidado de ti mismo y se lo pides a Dios”.




[ii] Congar, Y M., Pentecostés, Edit Estela (1961), pag  2 párrafo.

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