miércoles, 26 de noviembre de 2014

Aprendiendo de las enseñanzas de Francisco De la Caridad

Aprendiendo de las enseñanzas de Francisco De la Caridad
Hermano Mayor y fundador de los Hermandad de los Nazareos
 
 Lograr una sintonía en el alma y el cuerpo, es lo que enseña Francisco De la Caridad que en la calidad de Obispo y Padre general de la Hermandad de los Nazareos,  invoca siempre a la Santísima Trinidad y al “Espíritu consolador que esta presente en todas partes.”
Desde tiempos antiguos tratamos de poder discernir el significado del “si”, a la fe, que pide que la razón deje  percibir   la  fe de los misterios profundos, trabajo nada fácil en esta cultura de respuestas rápidas, y de una proliferación de ídolos, podemos decir que hay una nueva idolatria, los propios pensamientos de uno. En la enseñanza del Obispo y hermano Mayor enfatiza ese “si”, en la palabra en el Verbo encarnado que se manifiesta a cada no de nosotros en el Espíritu de Dios, dejando de  lado la costumbre y el mito. Este acercamiento de la conciencia crística en la transfiguración, golpea  nos abrimos y deja salir el amor,  significa el dejar vivir a Cristo, realidad invisible, que  obra en la realidad visible en nuestra imagen. En el conocer a Cristo, siempre la prioridad es la gracia de Cristo, pero es necesaria la colaboración del sujeto ¿qué se quiere decir? la respuesta servicial a aquel que dió su vida. Entonces la realidad intrínseca de la salvación opera, como resultado de la disponibilidad, somos “ganados”, por la obra del amor en nosotros (teóforos), dice el Obispo Francisco De la Caridad: “somos extranjeros en este mundo”
Con sencillez y en la  percepción propia de los maestros de la antigüedad, Francisco de la Caridad, con pedagogía……..señala la importancia de la oración, del rezo litúrgico, de la participación de la Divina Liturgia, “porque si participamos quiere decir que Dios esta dentro nuestro”,  al ejercer el amor, que explota “en ese abrupto de amor”, “permite que seamos, porque  Dios es”. El saludo de la paz se trasmite desde el Altar a todos, para que  esparza el mensaje de la paz de Jesús, que “está entre nosotros  y siempre estará” como se reza  en la Liturgia.  El Obispo Francisco De la Caridad, indica que el llegar a “la conciencia crística” como “el llegar a un pensamiento, centralizado en Dios”, significa “calmar las tempestades del alma, del pensamiento,  de las circunstancias, de lo que se ve, para dejar la dispersión de los pensamientos (en griego logismoi), en la  calma,  en la paz, que supera todo entendimiento”  (en griego, hesyjía).
El amor y la fe es el fundamento sólido como masa de roca, trasforma al hombre en su corazón en un templo viviente, habitando Cristo mismo, en el testimonio y en el actuar  al prójimo.

Damos Gracias a María Nuestra Doncella, en el  Icono de la Santísima Madre de Dios: "La que es pronto para oír", la que “presta el oído” a nuestros ruegos que interceda ante Cristo Jesús. Amíñ

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