24 de enero 2016.
En el Omoforio de Nazareth
Stephanos
Wladica Franc y El Rev. P. Archidiácono
Hermes celebrantes de La Divina Liturgia, junto con el Diácono Pablo, conmemoran
el Misterio, que se acerca en la Encarnación.
Es el sentido de la vida: La Encarnación y la Resurrección es el fin que
da sentido, “gloria a Dios en el cielo, y paz a la tierra y a los hombres buena
voluntad…”, es la virtud de la paz, está
claro que la necesitamos siempre, pero especialmente durante la oración, porque
sin ella nadie puede orar correctamente y disfrutar lo bueno de su oración,
verdaderamente uno ya no es el mismo, no puede ser el mismo al escuchar la proclamación:
“Haz brillar en nuestro interior la luz del discernimiento…”, el P. Hermes levanta el Evangelio, Cristo es el
que se manifiesta, presente en la voz de
San Juan Bautista.
S E Wladyka Franc |
La Liturgia evoca a la unidad de
todos los seres, terrestres y celestes, animados e inanimados, para disponerlos
en la belleza, la verdad y el bien, ordenamiento alrededor de Cristo y, por
medio de Él, en torno a Dios. Las piedras, que se colocan en la pro-catedral, bajo
la inspiración litúrgica, se colocan según las formas arquitectónicas; las
vestimentas se emplean para revestir el Altar de sacrificio, los metales
nobles, el fuego, el agiasma, la luz, el fimian (incienso), la sal, la ceniza,
las flores, la cera y, sobre todo, los dones el pan y el vino, están para servir de instrumento a la
acción santificadora de Cristo. Todo el pasado y el presente con sus
realidades, humanas y divinas, visibles e invisibles, son evocados por La Liturgia,
donde siempre está Cristo, cabeza de
la ciudad redimido y ofrecido al Padre por El; de manera que podemos vislumbrar
el mundo recapitulado en El.
Todas la oraciones se nutren de
la Charis, gracia, y pedimos continuamente por aquellos en diferentes
situaciones y que sufren persecución, al entonar las antífonas la santificación
se recibe porque nos prepara ante la Majestad de la Realeza del Misterio. La
tarea del sacerdote, como muy bien enseñaba S.B. Yuri Hemidigidius Rizi (de
eterna memoria) es “dar la Liturgia”, centro y vida de la comunidad en la voz
de la samaritana primera misionera, que se lanza a dar a conocer a Jesús, y es
tarea de cada Ortodoxo dar a participar del gozo de la noticia: “El espíritu de
Dios está sobre mí, para pregonar el Evangelio”. Estar atentos, preparar el
espíritu, la parte más profunda y secreta de la espiritualidad humana. Pidamos
al Señor por nuestro catedral san Jorge, en la bendición del naós, en la
vivencia de la familia de Nazareth. Amíñ.
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