lunes, 16 de marzo de 2015

La Divina Providencia

El reflexionar sobre la Divina Providencia nos permite  estar alegres con lo que poseemos, interpretar todo en base al amor. 
Saber ser, saber estar y saber padecer, es la vida de los presbíteros
                                                                                                                                             
Las reflexionemos del muy Rev Padre Pablo,  indican lo sobresaliente de la Alianza, en este caso, el primer Testamento, la meditación  sólo puede provenir del amor y de la confianza en la santa Providencia. ¿De donde surge este amor? es el amor donado de Dios, la ternura, hecha carne en Jesús, de las manos de María la que "nos conduce por el camino" o sea Hodigitria. El presbítero celoso, siempre se orienta  en  mente y corazón (nous), en la mirada de Dios, por la jaris, gracia, surgiendo  la felicidad  que brilla.  ¿Como podemos saber si vamos por el camino angosto que conduce a la eterna vida? las personas ven el exterior limpio, guiado por la reflexion, en el equilibrio que surge de la prudencia, el sacerdote esta imbuido del amor de Dios, servidor, el primero en remangarse, sea en la limpieza, construcción o en los tramites, ¿como se puede cultivar las virtudes?  la serenidad,  si no se cultiva,  no hay avance en las demás virtudes (Abba Agathon17, Apotegmas de los Padres del Desierto), guardar la conciencia para todo prójimo de todo mal, el fin del anhelo es expresar el amor a Dios, en su expresión máxima de la caridad, agape que define al mundo. Los cristianos piden la nipsis o sea la vigilancia y perseverancia en poder responde en su totalidad con ese amor. Venimos desde el prójimo (nuestra vida terrena) y lo que hace distintivo al humano es el reconocimiento, ser, poder ser, doy lugar y escucho para entender, sello distintivo que se recibe en el bautismo. 
La bendición por lo Dones recibidos ...doy lugar y escucho para entender, sello distintivo que se recibe en el bautismo. 
Antigua rezo litúrgico siriaco
"Santo, santo, santo eres tú, Señor. Bendito el que me ha dado su cuerpo y su sangre para que por su medio obtenga el perdón. Gloria al que me ha dado su cuerpo y su sangre para la vida, para que por su medio obtenga el perdón y la eterna salvación.
 Gloria al que sacia a la Iglesia y a sus hijos.
 Gloria a él, que ha ayunado y orado y que nos ha enseñado a orar.
 Gloria a él, que por nosotros ha muerto y ha resucitado y que se ha dado a sí mismo en este misterio en alimento y bebida.
 Yo soy el pan de vida, dice el Señor: todos los que comerán con fe poseerán la vida.
 Señor, que los muertos que han comido tu cuerpo y que han bebido tu sangre experimenten tu clemencia, en el día del juicio, cuando tú aparecerás.
 Recibe, Señor, las ofertas de tus adoradores, y en tu misericordia perdona nuestros pecados."

La celebración es vida para el presbítero
La piedad, forjada en la fe apostólica, produce la devoción a Dios

Jesús que siempre espera en la confianza 

La oración ante el icono de María y el Pantokrator 
y ....¿cuál es la señal que me indica que voy por el camino correcto? es la relación con Dios que surge en la confianza plena en la Divina Providencia, se inicia con la Encarnación, para divinizar al hombre y rehabilitar a la creación,  como colaboradores en  el "si, sea un si, y el no un no",  feliz con lo poco o nada que se posea, saber ser, estar y padecer.  La identidad, la persona trascendente, se forja en Cristo, se cristifica, podemos decir que es la fidelidad que aprendemos, "el que es fiel en lo poco, sera fiel en lo mucho" (S. Lc 16, 10).... la felicidad, no está en lo que anhelamos alcanzar, sino en disfrutar lo que hemos alcanzado", es el secreto para todo aquel que quiere llevar el sello indeleble del Santo Espíritu, agradecidos en la enfermedad y en la purificación,  que la Divina Providencia nos sostenga y que amemos lo que hemos compartido.
                                                                                                                                                        Stephanos

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