domingo, 3 de enero de 2016

Visita al río El Chapaleufu


Hermandad de los Nazareos.

Fundada por Francisco De la Caridad. Hermano Mayor de la Hermandad de los Nazareos. Primer archieparca para la Republica Argentina, nombrado  por S B Athanasio.  
Estatutos aprobados por Mar Valerian, Obispo de Nazareth

Visita a la ciudad de Tandil,  día 9 y 10 de Enero del 2016
                                                                                                                Por Stephanos

 
Buscando al Dios que esta que no se aleja y que quiere que nos acerquemos.

La visita al rio mágico “El Chapaleufu”, en toda cultura, se relaciona con el rito, con lo maravilloso de Aquel que crea la naturaleza.

En la búsqueda del grial, en el rio místico de la vida, nos alexionamos nosotros mismos, en la oración de uno mismo para mejorar desde el interior, buscar y limpiar  dando prioridad a la energía que viene de Dios. La paz y mansedumbre en la totalidad del ser humano mejora, con el resultado de una mente trasformada.

La Luz que no lastima.


La respiración mejora, nos llenamos de ser de ese trocito que Dios nos da. Dios, “el Ser más que Ser”, “el verdadero ser real”, en el rio físico en la localidad de Tandil, se renueva y se acorta esa distancia ontológica entre lo creado y Dios. La superesencia cuando nos liberamos de las pasiones, nos regala el conocimiento increado.

En esta aventura espiritual, en el cuerpo, nos limpiamos y sanamos por la nipsis, al recibir las aguas del rio, que va hacia abajo o a la otra orilla, y nosotros navegamos mar adentro. Lo místico o sobrenatural que percibimos es una experiencia laica para todos, seremos bienaventurados.

“Aquel que recibe el baño de la las aguas, recibe la prudencia, vigilancia la nipsis, que custodia el nus (la traducción podría ser el de una inteligencia ordenadora), de los malos pensamientos enemigos de nuestro cuerpo y espíritu.”

El Pántocrátor
 
“Quien se dedica a invocar el dulce nombre de Jesús, alimenta a la nipsis,(vigilancia estar alerta)  mejora en la serenidad y paz y es invitado a los banquetes para que enseñe sobre el agua que recibe.” (Tomado del Vigía, en la vida interior)

Que el Dios de paz, amor y misericordia,
Nos libre de la miseria, nos inunde de su amor.
Inaccesible en su gloria
Vislumbrado en sus obras, en la luz radiante del sol,
Que está pero que no miramos.
                                                                               Amíñ.

San Juan Bautista celoso precursor del Señor,
Saltaste en el vientre de tu madre santa Isabel,
al escuchar la voz de la doncella María.
No te consideras digno de desatar las sandalias del Maestro.
Y recibes el privilegio de bautizarlo,
Siendo testigo del descenso de la paloma.
Oh San juan Bautista, con tu atavío de camello, te alimentas de miel y langostas.
Y ya enseñas sobre el arrepentimiento.
Permite que nosotros cambiemos en  mente y nos regeneremos en la mente, en la luz que proviene de Dios.
Amíñ

Señor de la Luz
Que brilla mas que el Sol
Que el ojo físico no ve,
pero que actúa en toda dimensión,
Permite que nosotros, en nuestra naturaleza seamos
dignos de presenciarte en nuestro corazón,
Amíñ.
La armonía del toque de las campanas, repercute en el universo
“Cristo reina ya”

El toque de la campana no solo avisa para el rito se anuncia a los Ángeles  que se estremecen
 
San Juan Bautista como amigo del novio (Jesucristo), se alegra en la boda, trabaja y colabora en el servicio y su alegría es plena. La humildad aumenta la alegría y nos libra de la vanagloria y soberbia.

“Señor permite que vivamos una alegría plena.”
“Señor permite que seamos firmes y estables como san Juan Bautista:
“Padre nuestro que Tu aumentes y yo mengüe”
La vitalidad y regeneración en las aguas, ya desde tiempos inmemoriales, no reemplaza al bautismo cristiano en Nombre de la Santísima Trinidad (Padre Hijo y del Espíritu Santo).
Recibir las aguas por inmersión, es ponerse en contacto con las mansión celestial, la contemplación del agua celestial, que emana del costado de Cristo, en la transfiguración de la mente, el agua cristalina, donde ya no se quiere abrir los ojos. Es el nivel del alma, cuerpo y espíritu en la armonización, vaciarse en los tres niveles de vida espiritual, para que se llene de Dios.
Claridad, pureza y nitidez resume la palabra, de la nada, en  las aguas naturales del alma, que terminan cantando  las maravillas de Dios.
El agua limpia y sostiene, da vida y paz.

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