domingo, 30 de noviembre de 2014

Ordenación de Episkopos, del padre Teodoro

En la hermosa ciudad de san Vicente, nuevamente celebramos, para alegría de la Hermandad de los Nazareos, la designación como Obispo del Muy Rev Padre Teodoro, (en el siglo Silvio Patiño Gonzalez) el flamante  padre obispo, de la amada República del Paraguay,  a imitación del Hermano Mayor Francisco De la Caridad, pregona la alegría del servicio, junto con el muy Rev Archipreste Arcadio, en el dialogo del encuentro, siempre en el gozo del Espíritu Santo.  ¿Que nos dice el flamante Obispo? que esto es de Dios, si El permite que estemos aquí, es gracias a la agudeza espiritual de Monseñor Teofano. "soy solo un pobre pecador, que necesita de sus oraciones, recen por mi por favor"...."solo soy un compañero mas un administrador, que trabaja junto con ustedes como un coordinador"..."yo no quería esto, para nada, pero Dios en su plan salvífico lo permitió e hizo que Monseñor Teofano tenga la virtud de la paciencia". Monseñor Carlos nos regala una homilía enfocándose en los deberes de los Obispos como los celadores servidores de Dios, del prójimo a no sentirse solo, a pensar que Cristo está con uno y que estamos siempre en la sintonía de Dios, "buena obra desea el que aspira a obispado" en la actitud de servicio de querer ser participe del Reino, ¡Si! Nos reparamos y nos anticipamos  ¡ allí nos gozaremos y seguiremos aquilatando nuestra Pertenecia!




Hoy en la fiesta de San Andrés, fecha clave, recordamos el recibimiento amoroso del patriarca Bartolomé, a la delegación de Roma, en la búsqueda de la unidad (30-XI.1997). En el espíritu mariano el domingo próximo pasado, recordamos la 3º día de  fiesta de la presentación de María en el Templo, de  las mano de San Joaquín y Santa Ana, parafraseando las palabras de San Juan Damasceno: “hoy a comenzado la salvación del mundo”. El mes de septiembre comienza el calendario Ortodoxo y este mes, época de adviento incluyendo la Gran  Cuaresma de ayuno (que comenzó el día 15 de noviembre que antecede a la Navidad de Cristo), nos empapamos en  la Liturgia de Nuestro Padre San Juan Crisóstomo, arzobispo de Constantinopla, se venera a la Madre de Dios, se la recuerda, se menciona su siempre dulce nombre y se pide su poderosísima intercesión.
“Por las oraciones de la Madre de Dios, Salvador, sálvanos.”
“Conmemorando a la santísima, purísima, bendita y gloriosa Señora nuestra, la Madre de Dios y Siempre  Virgen María…”


“Verdaderamente es justo el celebrarte, Madre de Dios, siempre bienaventurada y exenta de pecado, Madre de nuestro Dios. Eres más venerable que los querubines y más gloriosa que los serafines. Te magnificamos, pues diste a luz al Verbo Dios, sin dejar de ser virgen. Tu eres la verdadera Madre de Dios.”

San Andrés de Creta (+740) dirá: "La celebración de hoy es para nosotros el comienzo de todas las fiestas"(PG 97, 805) y con ese mismo celo seguimos en este mes, de las manos de María, nuestra Madre  al rezar el Kombosquini. 
Que nos recuerda nuestro amado patriarca Athanasios, desde la blancura del alma, recordar a San Andrés, el primer misionero en tierras del Norte del Mar Negro.  Sus discípulos que predicaron en tierras eslavas,  fueron los primeros mártires que se tengan noticias, en la historia y en el santoral antiguo.
Los santos mártires Inna, Pinna y Rimma (nirra), en los martirologios antiquísimos de les llama escitas de las tierra del Mar Negro  (primera-segundo c.) eran discípulos de San Andrés Apóstol, el primer misionero a las tierras al norte del Mar Negro. Fueron testigos de Cristo alrededor del río Danubio y convirtieron a muchos a la fe. Fueron arrestados y condenados, murieron sumergidos hasta el cuello en agua helada (La fiesta de estos mártires   se celebra el 20 de enero)


No hay comentarios:

Publicar un comentario