Paz y armonía. Un escrito de la Hna Nidia Santa Cruz

Paz y armonía

Hna Nidia Santa Cruz, hermana  Nazarea

Vivir en armonía tiene que ver principalmente con estar en paz, en calma. Cuando se siente armonía es cuando se siente interiormente que se está haciendo las cosas de manera correcta, como personas debemos estar en armonía con los demás, con la naturaleza y con nosotros mismos. Estar en armonía con los demás significa anhelar el bien para ellos, actuar de modo constructivo y  ayudarlos en su camino. Estar en paz es fundamental y esta paz comienza en el alma de uno mismo. Lo que antes habíamos rechazado o marginado toma su lugar y uno reconoce su significado, sus consecuencias y su contribución a nuestro crecimiento.

Estilo de pensamiento que expresa el mándala, estimulo, reflejo de una mente operante 

 Encontrar y cultivar la paz interior es un proceso que se construye día a día de la mano del silencio. Es una oportunidad de darnos cuenta de lo que realmente alberga en nuestro interior, para evaluar lo que estamos haciendo con nuestras vidas y de si el rumbo que estamos tomando es el que queremos o no. Nos ayuda a limpiar toda la basura mental y emocional que alberga en nuestro interior para dar lugar a sentimientos y emociones que nos ayuden a sentirnos bien y vivir mejor. Cuando elevamos nuestros pensamientos y oraciones y nos conectamos espiritualmente con la presencia Divina de Dios es cuando verdaderamente encontramos la paz en el silencio y contemplación de Su Divina Presencia.

No se inquieten por nada, sino en toda oración y ruego, con acción de gracias, vuestras peticiones sean delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4: 6-7)

la belleza que procede de la luz increada y se afirma en la unión. 

LAS MIRÓFORAS EN LA DIVINA LITURGIA. 26 de abril del 2015

LAS MIRÓFORAS EN LA DIVINA LITURGIA. 26 de abril del 2015

Nos preparamos para recibir al Señor, ¡abrimos nuestro corazón!  ¿Dejamos que se remueva la roca interior? Es para recibir al santo espíritu consolador. Otra vez nos apreciamos de encomendarnos a las santas miróforas que atendieron al santo de Dios, Jesucristo, Se preguntaron, porque María no está? No está porque lloraba, ¿porque lloraba? Lloraba no por la muerte de su Hijo, la Toda Santa o sea  Theotokos, llora por la humanidad que no sucumbieron  al pecado y no aceptaron al  Salvador.

La hermosa oración dice

SANTAS MIRÓFORAS

El noble José, habiendo bajado tu cuerpo purísimo del árbol, lo envolvió en una sábana, y ungió con especias, y lo puso en un sepulcro nuevo. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amen. El ángel vino a las mujeres de la mirra que llevan a la tumba y dijo: La mirra es el acondicionamiento de los muertos, sino que Cristo se ha mostrado ajeno a la corrupción.

SAN JOSÉ DE ARIMATEA

El cristiano por Providencia Divina,   recibe tal nombre y es en este momento, que en la sabia decisión es caritativo y empático. La mirra, valiosa de por sí, simboliza lo más valioso que entregamos a Dios, la vida para para predicar y testificar que existe un Dios amoroso,  que entró en la historia y se llama Jesús de Nazaret y que amamos al prójimo, en el preocuparse y ocuparse.

SANTA MARÍA DE MAGDALA, RUEGA POR NOSOTROS

SANTA  María, la madre de Santiago el menor y de José

SALOMÉ,  RUEGA POR NOSOTROS

JUANA,  RUEGA POR NOSOTROS

SUSANA,  RUEGA POR NOSOTROS

¿Quién se atreverá a  mover  la piedra de la entrada del Sepulcro?..."

EL MISMO SEÑOR MUEVE LA PIEDRA.

Que las santas Miroforas  (myron: bálsamo o ungüento), intercedan por nosotros, para cumplir por amor,  los sabios mandamiento de Dios. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amíñ

En el abrazo filial  pleno de aroma exquisito  a mirra.

                                                                                             Stephanos. 

13 de abril Artemón Hieromartyr, presbítero de Laodicea en Siria (303)

13 de abril

Artemón Hieromartyr, presbítero de Laodicea en Siria (303)

SAN ARTEMÓN

En el momento de las persecuciones de Diocleciano, que era un hombre muy viejo, después de haber servido como lector durante dieciséis años, entonces diácono durante veintiocho años, y finalmente como sacerdote durante treinta años, para un total de setenta y cuatro años. El juez pagano lo puso en el Templo de Esculapio, donde se guardaban y veneraban como dioses las serpientes grandes. Aunque el juez destinado a Artemón a ser atacado por las serpientes, el santo sacerdote les inmovilizó con el signo de la Cruz, los sacó del templo y, delante de los sacerdotes paganos, sopló sobre las serpientes, que murieron  en el acto. El sumo sacerdote, Vitalis, cayó de rodillas y gritó: «¡Grande es el Dios de los cristianos! Artemón lo bautizó junto con varios de sus amigos. 
 El juez no arrepentido luego condenando a Artemón  que sea arrojado al pez ardiente, pero el propio juez fue arrojado de su caballo en el terreno de juego y murió.  Después de esto, Artemón fue libre por un tiempo y se pasaba el tiempo la enseñanza de la fe a su pueblo ("acompañado siempre por dos ciervos domesticados", dice San Nikolia Velimirovic!). Pero fue detenido nuevamente y decapitado en el año 303.

El obispado de Nazaret, decálogo y fines

El obispado de Nazaret, decálogo y fines

                                                                                                                                     Stephanos 

Los obispos de Nazaret en su línea sucesoria apostólica, por autoridad real y divina. Divina como sucesor de los apóstoles,  real porque provienen de la línea real, en este caso de San José de la descendencia del rey David, privilegio sumo, que inculca la majestuosidad del llamado como episkopo  de la Iglesia. El obispo de Nazaret, designación inspirada,  su fuente se encuentra ya en el primer testamento, ¿que nos enseña Nazaret en la persona de San José?  Nos ilustra  la  alegría y centralidad en Jesús. El obispo de Nazaret inculca la felicidad,  viviendo lo cotidiano y compartiendo. El obispo que lleva en sus hombros el título de Nazaret,  lleva a las gentes el amor sumo y lo sencillo.

La oración litúrgica es importante por elevar las plegarias al Padre en la confianza de hijo  

El decálogo de San José,  “el santo  silencioso”

 1. en el amor se busca el bien

2. Amor en lo espiritual que prevalece.

3. Saber estar cuando nos necesitan y estar en silencio  como San José.

4. Ser otro Cristo, espejo de Dios.

5. Amar desde la  pobreza que edifica, como san José que cuidaba su familia.

6. temer a Dios no al hombre.

7. Ser la sal y lumbreras, tender hacia adelante, el yo se convierte en el tú de Dios.

8. humildad.

9. buscar la voluntad de Dios, como san José que escucho y obedeció la voz del ángel.

10. saber que el criterio de Dios para juzgar es el amor.

La luz creada reflejo de la Luz increada

El primer  es aceptar la repuesta del abandono como riqueza que colma el corazón, en reposo  del espíritu, en  las bienaventuranzas.

Reconciliación: en la oración y prácticas pías que nos lanza a recibir los Santos y vivificantes Dones. El dinamis, poder y fuerza se recibe y comparte

Un estilo de vida y misión, adaptado a nuestros tiempos sin perder el carisma del padre fundador  que nos prepara e instruye en la aplicación del evangelio como heraldos  en medio de nuestros hermanos.

Nuestro ser se hace operativo en el saber estar,   en:  

 La movilidad y adaptabilidad, movilidad en el movimiento de la voluntad divina, “epectasis”, (Fil 3, 13-14) adaptable, al participar de la gloria de Dios (el carácter). El   Espíritu de la divina Liturgia, en la hermandad de los nazareos se busca en el siglo en  la "íntima amistad con Jesús", en la interioridad donde el crecimiento no se detiene, sino que avanza hacia la obtención de la corona de justicia. La madurez espiritual es  relacional a partir de reconocer al otro hermano.

Pedimos a Nuestra madre Ntra. Sra. de la Ternura que vigile y cuide nuestras vidas y vocaciones, dando a conocer el kerigma de la salvación desde nuestro estado clerical o seglar. El verdadero conocimiento espiritual  sobre Jesús proviene de ‘reposar’ sobre su  corazón", en la mirada del Pantocrátor.

 

Rezo y oración espontanea desde la creatividad, como enseñan lso Padre del desierto

San Gregorio. Patriarca de Constantinopla (1821)

Nuevos Hieromartyr Gregory, Patriarca de Constantinopla (1821).

Él nació en el Peloponeso, y se convirtió en arzobispo de Esmirna en el año  1785. Fue en un momento de sentimiento y actividad revolucionaria donde iba en aumento la población griega,  fue testigo del cruel castigo que los turcos otomanos realizaron no quedando   ninguna evidencia de rebelión entre sus pueblos sometidos. 
 Una vez en Smyrna, ya que una acción que había tomado estaba causando discordia en sus diócesis, bajó del trono jerárquico durante un servicio, se postró ante los fieles y les pidió su perdón.  
 Él fue elegido Patriarca de Constantinopla en 1797.  Bajo el Turkokratia , el patriarca no sólo era el jefe de las iglesias griegas, pero el gobernante secular del pueblo griego, obligado por juramento a respetar la autoridad del sultán. Esto, combinado con la experiencia personal de Gregory del tratamiento de los rebeldes griegos, él un firme opositor de la actividad revolucionaria de su pueblo lo hizo. Sin embargo, cuando los revolucionarios en el Peloponeso griego declaró su independencia de Turquía el 25 de marzo de 1821, la retribución de Turquía fue dura: En Pascua, el 10 de abril, después de servir la liturgia pascual, el Patriarca de edad fue arrestado por las autoridades turcas. Fue torturado con el fin de tenerlo para  revelar los nombres de los que  dirigen  la revolución, a continuación, se le ofreció la libertad si quería convertirse al Islam. Gregory respondió: "Usted pregunta en vano. "el Patriarca de los cristianos muere como un cristiano" Él (junto con otros clérigos y jerarcas) fue ahorcado por traidor en la puerta del compuesto patriarcal. Un testigo presencial, un clérigo británico Constantinopla visita, escribió: "Su cuerpo, atenuada por la abstinencia y demacrado por la edad, no tenía el peso suficiente para causar la muerte inmediata. Él continuó durante mucho tiempo en el dolor, a tal grado que no se atrevió ninguna mano amiga a abreviar su dolor, y la oscuridad de la noche llegó antes de que sus últimas convulsiones lo hayan  terminado. Su cuerpo quedó colgando por tres días, luego lo venden por las autoridades turcas a una turba judía, que mutiló el cuerpo, entonces se ponderarán por el cuello con una piedra y la arrojó al mar. A pesar de esto, el cuerpo fue encontrado flotando en el mar por un buque mercante griego capitán. Cuando el cuerpo fue identificado como el del Patriarca martirizado, fue llevado en secreto a Odessa, donde los líderes de la iglesia ortodoxa tomaron bajo su cuidado. El zar Alejandro I ordenó un funeral de Estado para el santo jerarca, que se celebra el 17 de junio 1821 en Odessa. 
 En 1871 las reliquias fueron devueltas a Grecia por el zar Alejandro III.  Eran incorrupto, aunque habían pasado cincuenta años desde su muerte. San Gregorio fue glorificado oficialmente en 1921. Sus reliquias pueden ser veneradas en la Catedral Metropolitana de Atenas.